El otro día nació en mi, como un débil pero incipiente retoño una verdad casi demoledora (como los estrenos de Telefé): la gente que elige el silencio es gente en paz.
No hablo del pobre zapato que no puede hablar pq se pone tornasolado de los nervios, hablo del tipo que ves cómodo en su sofá interno, que no necesita decir todo lo que piensa, porque sabé que es suyo, sabe que está ahí y el aval del afuera le soba la quena.
Está claro que estas son meras conjeturas a las que llegó una mujer que muchas veces comparte para avalar y otras porque cree que el mundo merece conocer su opinión.
Y ahí estoy, Radio Colonia, debatiéndome entre hablar porque quiero, porque necesito o para salvarme y notar que mientras que mis pensamientos cambian de asiento todo el día, inquietos, los de algunos reposan en un gran sillón de 3 cuerpos, acostados si prefieren.
No hablo del pobre zapato que no puede hablar pq se pone tornasolado de los nervios, hablo del tipo que ves cómodo en su sofá interno, que no necesita decir todo lo que piensa, porque sabé que es suyo, sabe que está ahí y el aval del afuera le soba la quena.
Está claro que estas son meras conjeturas a las que llegó una mujer que muchas veces comparte para avalar y otras porque cree que el mundo merece conocer su opinión.
Y ahí estoy, Radio Colonia, debatiéndome entre hablar porque quiero, porque necesito o para salvarme y notar que mientras que mis pensamientos cambian de asiento todo el día, inquietos, los de algunos reposan en un gran sillón de 3 cuerpos, acostados si prefieren.
1 comentario:
Los pensamientos de todos están incómodos y necesitan cambiarse de asiento, hasta que algunos se ubican mejor y ahí se quedan, listos para ser compartidos.
te quiero!
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