Esta semana fue mi Muestra de Teatro.
Hace tiempo que el corazón no me latía con semejante adrenalina.
Lo odie y disfrute al unísono.
Lo único que me queda claro luego de esa montaña rusa de emociones, sentimientos y sensaciones ficticiamente reales es que prometo no largar las tablas.
Es en el mundo de la ficción donde no hay límites, los límites están en nuestros prejuicios. Espero seguir perdiéndolos.
Un beso con ruido para los que vinieron a verme, que me hacen el aguante exponga fotos, actue o tire zanahoria rayada de un tren! Serán de Uds. de quien no me olvidaré cuando agradezca mi Oso de Berlín!
Un especial abrazo a Ale Casavalle, mi profe de Teatro. Fue el gran creador y soñador de este curso y un excelente mentor.
Beso a mis compas y a mí, que me animé a pesar de las presiones y expectativas (propias y ajenas) a interpretar a Natalia, una novia bipolar.
Chapeau!
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