Y revuelta. Me mareé en el camino de vuelta, no encuentro el cargador de mi celular (dnd está mi vida) y tengo hambre.
Menos mal que el amor de una madre es incondicional, sino ya estaría estrolada contra el pavimento del ataque de malhumor que tengo.
Con más tranquilidad ahondaré sobre mis mini vaciones marplatenses.
Recen por mi cargador...
Menos mal que el amor de una madre es incondicional, sino ya estaría estrolada contra el pavimento del ataque de malhumor que tengo.
Con más tranquilidad ahondaré sobre mis mini vaciones marplatenses.
Recen por mi cargador...
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