Poema de W.H Auden, traducido:
Detengan los relojes, desconecten el teléfono,
denle un hueso al perro para que no ladre
Callen los pianos y con ese tamborileo sordo saquen el féretro...
Acérquense los dolientes, que los aviones sobrevuelen quejumbrosos
y escriban en el cielo el mensaje "Él ha muerto"...
Pongan moños negros en los níveos cuellos de las palomas,
que los policías usen guantes de algodón negro.
Él era mi norte, mi sur, mi este y oeste.
Mi semana de trabajo y mi domingo de descanso.
Mi mediodía, mi medianoche, mi conversación, mi canción.
Creí que el amor perduraría por siempre, estaba equivocado...
No precisamos estrellas ahora... Apáguenlas todas.
Envuelvan la Luna, desarmen el Sol...
Desagüen el océano y talen el bosque
porque de ahora en adelante nada servirá.
3 comentarios:
lágrimas...
no puedo irme a dormir así
muy bueno y muy triste.
el que relata se parece un poquito a fran orive jaja.
me gusto mucho.
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