lunes, 16 de noviembre de 2009

Un Cuarto de Siglo.


Llegaron los 25, se fueron los 24. El número no me preocupa, pero el conjunto de sensaciones llamadas vida no deja de maravillarme.

Con esta edad hay cosas que cambiaron y otras que no. No estoy de acuerdo con varias de las sensaciones que inconcientemente me genera estar viva, pero de a poco voy tratando de digerir el hecho de que soy finita, de que tengo un tiempo, de que es mío y aún así no lo controlo.

Con los 25:
  1. Siguen las ganas de vomitar el día antes de empezar un laburo.
  2. Se fue el miedo al compromiso (y espero que no vuelva).
  3. Vinieron las ganas de creer que puedo ser feliz con un solo marido, toda mi vida, más allá de mi historial genético.
  4. Sigue la lucha constante por aceptar que la gente es como es, y que eso me ha hecho tomar a unos y dejar a otros tantos.
  5. Sigue llegando en cuotas la aceptación de que amigas hay pocas, el resto son grandes amores que van y vienen, o un complejo decorado que lookea mi vida.
  6. Va y viene la celulitis a piaccere, de acuerdo a la luz que me ilumina, el ojo clínico que me analiza y la garra que le pongo a Pilates.
  7. Sigo creyendo que puedo enseñar algo en esta vida, que mis papás pueden aprender de mí tanto como yo de ellos.
  8. Sigue doliendo el hecho de que mi idea de disfrute no sea compartida a nivel mundial.
  9. Comenzó a doler más profundamente el mundo del carajo en donde estoy parada, y el interrogante de donde terminaré horizontal.
  10. Continúa agobiandome la sed de gloria, las ganas de trascender, los laureles y la fama, pero desde un lado más descreído, tan descreído que a veces se me clava en el torax como una estalactita y me hace pensar, ¿y sino qué?
  11. Se terminó la inocencia, pero no por eso el deslumbramiento.
  12. Continúa la risa a carcajadas, el llanto a moco tendido, las canciones a los gritos por la calle y el bostezo con la boca abierta.
  13. Sostengo que mi libertad es absoluta, total y que nadie más que yo la limita con mi cerebro de snobista pelotuda.
  14. Aún me siento linda, algunos días "diosa griega", otros un "vasito de agua", pero con una confianza secreta que hasta veces yo ignoro.
  15. "Ya no" nada, todo me duele como antes o más, quizás porque tengo los ojos más abiertos, o porque los defectos crecen con uno salvo que quiera cambiarlos, o quizás porque soy una convencida de que mi forma de tomarme la cosas cuando no me mata me fascina.
Las cosas que se fueron son tantas o menos que las que llegaron, porque de alguna forma misteriosa somos una máquina de acopiar experiencias, conocimiento, sentimientos encontrados, alucionaciones y sueños que no se van, se quedan y se mueven con uno como la extensión de la propia carne.
Creo absoluta e irrespetuosamente que la clave del viaje es aprender a llevar todo esto sin que pese, pero no permitiendo que se torne tan liviano que nos quedemos toda nuestra existencia en la sala de espera de la vida que creemos tener.

Equilibrio y regulación del termostato interno son las dos metas que te pongo, 1/4 de siglo!
Más te vale no darme vuelta la cara porque espero seguir acá por mucho más!!

6 comentarios:

Victoria dijo...

Vicota! q bueno lo q escribis! Los años nos ponen mas sensibles, queremos mas a todo y somos mas tolerantes.Me encanta q estemos creciendo juntas! en las buenas y en las malas, te quiero!

Unknown dijo...

BRINDO POR TI AMIGA!
ES TODO CUESTIÓN DE PERSPECTIVA! ACORDATE!
tiraste un par de frases genias por ahí.

te quieroooo
relajateeeee y gozaaaaaaaa
besos.

Makuni dijo...

Se terminó la inocencia, pero no por eso el deslumbramiento.
por eso te quiero

Vv dijo...

y por comentarios como estos, yo a uds!
muak

_Subte_Ráneo_ dijo...

Wenass Señorita

Es un placer leer tales exabruptos

Por favor Siga escupiendo
que el mundo esta seco..
de palabras verdaderas !

pd:

Llegué a Vos xq hoy cumpli
mi cuarto de siglo .
Y se hizo la Magia
gracia interné

Feliz Domingo !

vV dijo...

feliz cumple! y bienvenido/a?