Ama de casa desesperada

Me maté con el título.
Pero mi tarde se ha repartido entre mirar a Mirtha almorzar (trae suerte como moverse una colorada) con Carmen Barbieri y Gasalla, lavar, colgar la ropa y secar la cocina.
Secar en el sentido literal de la palabra, porque se me inundo. Pero no hablo de un poquito de líquido, cuando entré a buscar fuego habia oleaje.

Tirada cual mujer abnegada en el piso, escurrí un trapo non-stop por 30 min, y llené dos baldes de agua, DOS.

Ahora yo digo, o estamos detenidos en el tiempo, o soy una inepta. No puede ser que la única forma de combatir el anegamiento cocineril sea con trapo y sudor!
Hay que inventar una aspiradora que absorva el agua, o piso abosorvente o una protesis de cintura que se ponga sin intervención quirúrgica pq quedé de cama... Lista para ver Intrusos y un capítulo más en la vida de Nazarena, que finalmente reconoció UNA de sus adicciones.

Y pensar que hoy me iba a dedicar a perseguir proveedores deudores y afiliarme al SICA.
La lluvía es mi desmotivador nº1. Me paraliza en la cama y toda cosa que se puede hacer hoy, automáticamente será mejor hecha mañana.

Ya he decidido que en cuanto mi bolsillo me lo permita me contrataré una asistente que haga todas estas cosas y seque la cocina tb, si pinta.
Qué desparpajo! La pendeja acaba de cumplir un año laboral y ya quiere asistente. Alguien que urgente me de con un algarrobo en la cabeza, de a ratos no me hacen sinapsis las neuronas y juro que soy Roque Feller. Qué loco que se llamaba Roque!

Bueno, me voy a la cama, la posición en 90º no es aconsejable cuando tenes la cintura hecha girones.

Au revoir!