miércoles, 22 de octubre de 2008

2+2=4


Es una regla de tres, nada simple.
Te comprás una remerita, y querés el short q combina, y los zapatos, y la cartera y el moño para el pelo.
Y te das cuenta que te faltan remeras blancas (tenes 10 en el cajón).
Y sentis que sino tenés ESAS sandalias tu verano no será feliz.
Y con el short viene la depilación, y con las sandalias la belleza de pies, y todo este precioso conjunto de boludeces lo terminás luciendo abajo de un puente, dnd te mudás pq te tapan las deudas.

Es así de simple, comprás algo y se abre una represa de deseos compulsivos por estar a la moda, que sino hacias window shopping, ni te enterabas que existían.

Lo que no logré todavía es desenojarme con la tarjeta de crédito, cuando la MUY ATREVIDA, me hace pagar por cosas que compré hace meses.
Voto porque pasados los 30 días no caigan más cuotas, sobretodo cuando lo que estoy pagando lo usé en invierno y ahora hacen 27º.

Estoy en eso, aceptando mi compulsión frívola, mis lapsus de escasa vida interior, que no soy Paris Hilton, y que tarde o temprano las sandalitas romanas hasta la rodilla no van a estar en mi mapa de necesidades...


DURISIMO.

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