Histeria

Nada me baja tanto la líbido como un hombre histérico.
Es como tener la chance de comerse un súper plato pero por miedo a descubrirlo quedarse con la idea de lo que sería, u otras analogías tan brillantes que si las escribo me gano el premio Nobel de Literatura ¿?

Odio el acoso y el cargoseo me aburre profundamente (tampoco es q pasa tan seguido, ajaja) pero el tire y afloje, la no concreción, las vueltas y sus derivados me parecen tan poco atractivos como los dientes en mal estado y los hombres "cuerpo de pera."

Debo decir que es uno de los pocos campos en dnd un gris estaría bien: ni moño ribonet, ni burocracia excesiva.

Bastaa! A esta altura del partido no estoy para pelotudeces, y si, el partido lleva 23 años jugados, ya creo que soy capaz de dicernir lo que me calienta y lo que no.

Estoy convencida de que la histeria es una manifestación poco encubierta de grandes inseguridades viriles que se relacionan en forma directamente proporcional con mi interés.

Sería una obsdervación de no ser por el ensayo previo (las obs. son cortitas y al pie).
Así que quería dejar eso asentado, ya que las mujeres hemos tolerado hasta ensayos freudianos sobre histeria (por supuesto que están encarados desde otro ángulo y con mucha seriedad) y me parece que es hora de compartir las cargas. Las mujeres son histéricas (yo naturalmente no me considero mujer, perdón, histérica) pero los hombres generan en gran medida eso con sus conductas machistas y poco se hacen cargo de su histeriqueo.

Hoy me levanté feminista revolucionaria, y si viniste acá a histeriquear, pega la vuelta (Agostini dixit)

Cierro con la poca dignindad que me queda luego de citar a Daniel (mi amigo personal), llamando a la reflexión de mis lectores, silenciosos en su mayoría, pero queridos de todas maneras (si toman coraje firmen y subanme el ego, ajaaj)

Vv.